¡Por fin llegó la Navidad! Esta noche empiezan los festejos navideños propiamente dichos. Comilonas, familia, ajetreo, regalos... ¿Pero, qué sería de estas veladas navideñas sin un bonito escenario en que disfrutarlas? No pueden faltar el arbolito de navidad, con luces incluídas, los espumillones, el acebo, las flores de Pascua, y los adornos brillantes en general. La decoración es imprescindible para crear ese calor de hogar del que hablábamos antes. Lo cierto es que, por mucho que algunas califiquemos de hortera la decoración navideña, especialmente la de casa de nuestra abuelita, hay muchísimas más opciones y maneras mucho más sobrias y elegantes de crear un precioso ambiente navideño que seguro que gustará a toda la familia. Como siempre, os proponemos varias opciones, para que tengáis donde elegir.
Si el estilo de vuestra casa es moderno, tipo loft, podéis optar por una decoración navideña como la que ilustra la foto. Nada de espumillones ni purpurina. El secreto está en combinar el toque moderno del original árbol de navidad, con el espíritu clásico de los regalos y las velas. Si armonizamos todo esto eligiendo el mismo color, el rojo, el resultado será perfecto. Y por supuesto, sin renunciar al acogedor calor de hogar que debe primar en estas fechas.
Idea de I-decoración
Si por el contrario, vuestra casa es más clásica, o simplemente, os gusta la decoración de toda la vida a base de árbol de navidad verde (nada de experimentos raros) y motivos navideños escampados por el resto de la casa, también tenemos algunos consejillos y opciones para vosotras.
Si optáis por un árbol de Navidad clásico, escoged preferiblemente adornos originales, que vayan más allá de las clásicas bolas. Bastoncillos de caramelo, pequeños papas noeles, regalos en miniatura y un largo etcétera que dependerá de vuestra imaginación. Si esto sigue sin convenceros, de acuerdo. Usad bolas. Pero al menos elegid un diseño más sofisticado que las típicas bolas brillantes de colores aleatorios combinadas sin ton ni son. Combinar dos colores de bolas en acabado mate, es una buenísima idea que proporciona un toque moderno a la decoración clásica por excelencia. Por cierto, si os sobran bolitas y no sabéis que hacer con ellas, no os preocupéis. Una buena y original idea es esparcirlas por los estantes o una mesa que no se use mucho. Con este detalle captaréis la atención y recogeréis elogios de todos vuestros invitados.
A continuación, os mostramos un ejemplo del típico salón de abuelita. Ya conocéis nuestro espíritu democrático y que nunca dejamos fuera ninguna de las opciones posibles, a pesar de que siempre os damos nuestra más humilde opinión. Así que, si seguís sin querer innovar nada de nada en cuanto a decoración navideña se refiere, u os gusta optar por este modelo porque os recuerda a vuestra más tierna infancia en casa de vuestros tíos del pueblo, aquí tenéis una imagen para que veáis como queda visto desde fuera. Lucecitas como para quedarte ciega, centros de navidad más grandes que tu cabeza, pero eso sí, acogedor es.
Dejando a un lado el salón, centro neurálgico de las celebraciones navideñas, el resto de la casa también es importante, aunque no hay que pasarse. Con algún detalle original en cada una de las habitaciones, bastará. En el caso de la habitación de estudio, hemos encontrado por la red la original opción de rodear la pantalla del ordenador con lucecitas. No lo hemos probado, pero pinta a que el dolor de cabeza está asegurado. Otra opción que se parece a esta, pero es algo menos engorrosa, es rodear el borde la pantalla con un espumillón discreto del color que más nos guste.
Y dicho esto... ¡¡¡¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!!!!
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