Lujo de alquiler

Si no puedes comprarlo, alquílalo. Esta máxima, que lo mismo sirve para el piso que para el coche, el ordenador y esas otras necesidades de la vida moderna, ha alcanzado una nueva cota. El alquiler de artículos de lujo cobra fuerza en una sociedad en la que las apariencias mandan. Joyas y bolsos son los grandes triunfadores, pero yo, como gran adicta a los bolsos -sobre todo si son maxis- me quedo con la posiblidad de tener algun día en mis manos un auténtico 'Amazona' de Loewe. Y es que, entre las mujeres, nada más 'aparente' que un bolso de esos que cuestan un ojo de la cara y la mitad del otro. Los adoramos porque son preciosos, pero también porque sabemos que nunca los podremos comprar.

Hasta ahora, la falsificación oriental más o menos conseguida era el apaño más a mano, claro que hay que tener mucho arte para salir airosa del trance si te pillan, o directamente reconocer que sí, son falsos pero igualmente preciosos. Como mis mil y un bolsos de Prada con los que me atrevo si hace falta a entrar a la mismísima tienda de Prada original mientras las dependientas me miran sin saber muy bien ni ellas mismas si son auténticos o no. Porque, seamos realistas, si alguien me ve a mí -típica chica normal adolescente con muy bajo presupuesto- con un bolso que supuestamente cuesta un dineral, por muy original que sea van a pensar que es falso.

Pero volvamos al tema. En pocos meses, varias tiendas de alquiler de superbolsos online han abierto sus puertas para que toda aquella 'bagadicta' cargue con el que más le guste, ya sea para ir a una boda, a una reunión de trabajo o a darse un simple garbeo. Y me encanta la idea. Porque debe de ser fantástico sentir que llevas algo de tanto valor y verdadero en tus hombros, porque por muy iguales que sean los falsos, no me hacen sentir así. Y por eso, pensando en alguna ocasión especial que podría tener, me di un paseo por Look-and-stop.com, página que posibilita usar algunos de sus magníficos ejemplares durante los días que tú elijas por un precio a nuestro alcance.

Empezé a soñar despierta y pensé que, ya puestos, me hubiera gustado un 'Paddington' de Chloé, si era posible en rosa, pero estaban tan pilladísimos como el famoso 'Gaucho' de Dior, del que estoy enamorada en su versión en negro. Tranquilidad, que hay muchos más: Fendi, Bottega Veneta, Gucci... Finalmente, decidí que si mi madre me regalara un alquiler, posiblemente me decantaría por el 'Double' de Yves Saint Laurent, una maravilla reversible en piel dorada y marrón, con un tamaño perfecto para llevarlo a todas horas, tanto con un vestidazo de fiesta como para ir a trabajar (mi amado 'Amazona' está en todos los colores pero ese aspiro a comprármelo algún día en beige).

Me imagino con él puesto y sé que me sentiría estupendísima. Me lo llevaría de compras por las mejores calles de Valencia -vestida para la ocasión- y esperaría la reacción de toda mujer que se diera cuenta de lo que llevo en mis manos. Además, la principal ventaja de este tipo de páginas es que te permite mucha variedad. Porque, encima de que te gastas un sueldo entero en un bolso de esos, imagínate que te aburres de él. Pues con esto es imposible, y si te encanta uno: repite.