Llegas a casa después de varias horas fuera de casa, ya sea en el trabajo o en la universidad, en las que has tenido que soportar atascos, autobuses que no llegan, y gente un tanto imbécil. Pero no sólo eso: tacones que nos martirizan, sujetadores que se caen, lazos que se desacen, medias de "mírame y no me toques" que se enganchan con nada, collares que se enredan, y maxibolsos ideales pero MUY incómodos... Cuidar el aspecto diariamente, tiene un precio.
Estas incomodidades, que afortunadamente, nunca se dan todas en un mismo día, pueden llegar a situarnos en un estado de irritabilidad que, al sentarnos en la cama de nuestra habitación, solo pensemos en enfundarnos el pijama de ositos y el típico "batín de la abuela". No nos malinterpretéis: no pretendemos privaros de ese gusto que es, a veces, el mirarse al espejo y vernos horriblemente zarrapastrosas, y que, sorprendemente, nos traiga absolutamente sin cuidado. Lo que queremos proponer es que esta situación se dé lo menos posible. "¿Por qué? Si nadie me va a ver, estoy en mi casa..."-diréis muchas. Un error fundamental es arreglarse para que los demás nos vean. No señor. A todos nos gusta gustar, pero fundamentalmente, el cuidado de nuestro aspecto debe estar pensado para gustarnos a nosotras mismas. Por eso, vernos desarregladas y enfundadas en una ropa de esa que denominamos "de estar por casa" que nos de el aspecto de un antepasado nuestro, no es demasiado positivo para nuestra autoestima.
Después de todo este rollo, lo que queremos contaros, básicamente, es que hemos encontrado unos pijamas monísimos por la red. Echándoles un vistacillo, quedará confirmada nuestra tesis: cuesta muy poco conseguir un look "de andar por casa" realmente mono y "apañao". Así que ya sabéis, si un día llegáis a casa sin ganas ni de miraros al espejo, enfundaros uno de estos pijamas. ¡Son tan calentitos y graciosos, que vuestra autoestima subirá de 0 a 100 en lo que tardéis en poneroslos! Y todo ello, sin ningun esfuerzo ni incomodidad. Además, algunos de ellos, una vez puestos, son sorprendentemente sexys! Sí, chicas. Hay opciones intermedias entre el picajoso salto de cama que guardáis para vuestras mejores noches, y el pijama del año 92 estampado con motivos navideños. ¡Aquí las tenéis!
Estas incomodidades, que afortunadamente, nunca se dan todas en un mismo día, pueden llegar a situarnos en un estado de irritabilidad que, al sentarnos en la cama de nuestra habitación, solo pensemos en enfundarnos el pijama de ositos y el típico "batín de la abuela". No nos malinterpretéis: no pretendemos privaros de ese gusto que es, a veces, el mirarse al espejo y vernos horriblemente zarrapastrosas, y que, sorprendemente, nos traiga absolutamente sin cuidado. Lo que queremos proponer es que esta situación se dé lo menos posible. "¿Por qué? Si nadie me va a ver, estoy en mi casa..."-diréis muchas. Un error fundamental es arreglarse para que los demás nos vean. No señor. A todos nos gusta gustar, pero fundamentalmente, el cuidado de nuestro aspecto debe estar pensado para gustarnos a nosotras mismas. Por eso, vernos desarregladas y enfundadas en una ropa de esa que denominamos "de estar por casa" que nos de el aspecto de un antepasado nuestro, no es demasiado positivo para nuestra autoestima.
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Nos encanta este pijama morado de Barrull. ¿A que es monísimo? Cuesta 37.00 €.
Si te gustan los pijamas divertidos con cierto aire infantil, este es el tuyo. Es de Barrul y lo tendrás por 37.00 € aprox.
Este pijama de manga tres cuartos y pantalon pesquero es ideal para andar cómoda por casa. Es de La Redoute y vale 18.38 €.
Para las que prefieren ir ligeritas de ropa y enterrarse bajo mil mantas, os proponemos este modelo en tirantes, de Emporio Armani, por 32.00 €. Lo hemos visto en Byxxy.
Este divertido pijama azul lo tienes en La Redoute por 19.92 €. ¡Hay más colores!
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