Día 7 de enero... ¿de qué ibamos a hablar? ¡Estaba clarísimo! Nuestras adoradas y esperadas rebajas han dado comienzo por fin. En otras comunidades las habían adelantado por el tema de la crisis económica pero aquí nos hemos tenido que esperar a que pasaran los Reyes Magos para tener todo lo que ansiamos mucho más barato. Hay gente que incluso sólo pide dinero por Navidad para poder gastárselo ahora en rebajas. A mi me gustan las sorpresas y eso no lo hago, pero la verdad es que es muy traumático ver que podrías haber conseguido lo mismo que te han regalado por la mitad de precio. ¿El truco? Que te lo regalen de otra talla o otro color y cuando vayas a cambiarlo, como ya estarán en rebajas, poder comprarte más cosas por el mismo precio.
¿Nuestro principal peligro? Comprar por comprar: cosas que ni siquiera nos gustan demasiado, comprar cosas que no nos servirán para nada pero están baratas, etc. ¡Y eso no! Vale ser compulsivas, pero con cuidadín. Podemos comprar cosas pensando en la temporada que viene, sí, pero siempre que sepamos que van a seguir de moda y que no se van a quedar olvidadas en cualquier rincón nuestro armario.
¿Nuestro principal problema? Que estamos con los exámenes a la vuelta de la esquina -algunos ya en plena época de éxamenes- y no tenemos tiempo para respirar entre trabajitos, artículos, libros y apuntes. Pero seguro que sacamos alguna tarde para comprarnos lo que nos hace falta, lo que nos apetece, o simplemente para darnos una vuelta para ver que hay. Yo creo que esta tarde no podré evitarlo, por mucho que sepa que el primer día es horrible por la gente que hay que no te deja respirar y que te hace sufrir interminables colas en probadores, para pagar... pero ¿y qué? ¿y si nos quitan justo lo que queremos? ¿y si luego ya no están nuestras tallas? Por eso la teoría de esperar nos la sabemos pero nunca la ponemos en práctica. Así que aunque no vale descuidarse...¡DISFRUTADLAS!
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